Receta tarta de manzana estilo budín

receta tarta de manzana estilo budin

jugosa y fácil de hacer: tarta de manzana

¿Qué es el budín y por qué esta tarta de manzana tiene esta textura?

Antes de empezar a contarte nuestra deliciosas receta de tarta de manzana, te queremos explicar que es el budín. El budín es un postre clásico que se caracteriza por tener una textura suave, húmeda y ligeramente densa. Podríamos decir que es similar a la textura de un flan o al pan de leche. Aunque existen muchas versiones según el país, todos tienen en común: una base cremosa que se cuaja en el horno (el estilo de las tratas de queso fundentes) casi siempre con huevos, leche y algún ingrediente que le dé cuerpo, como la harina.

receta tarta de manzana estilo budin

Esta tarta de manzana estilo budín toma lo mejor de ambos mundos: la forma y presentación de una tarta tradicional de manzana, pero con un interior húmedo y ultra tierno. Esto se logra gracias a la mezcla líquida de huevos, leche y manzanas batidas, que al hornearse adquiere esa textura tan reconfortante, ideal para quienes prefieren postres más jugosos y menos secos. Un truco importante para lograr esta textura es usar un molde amplio y si puedes redondo, de manera que la tarta quede con poco grosor. Esto permite que el interior se cocine bien sin que quede crudo o excesivamente compacto, manteniendo la suavidad característica del budín.

Receta de tarta de manzana estilo budín

Si estás buscando una receta fácil y deliciosa de tarta de manzana estilo budín, esta versión casera te va a encantar. Se prepara en pocos minutos, con ingredientes simples que seguramente ya tienes en casa, y el resultado es una tarta húmeda, suave y llena de sabor.

Ingredientes para hacer nuestra tarta.

  • 3 huevos
  • 1 vaso de azúcar (medida vaso de yogur)
  • 1 vaso de leche (medida vaso de yogur)
  • 1 vaso de harina de repostería (medida vaso de yogur)
  • 1 sobre de levadura química (polvo de hornear)
  • 3 manzanas (puedes combinar dulces y ácidas)
  • 1 cucharadita de canela o esencia de vainilla (opcional)
  • Mantequilla o algún tipo de grasa para el molde
  • 2 cucharadas de azúcar moreno (extra, para la cobertura)
  • 1 cucharadita de canela (extra, para la cobertura)
  • Mermelada de albaricoque para pincelar (opcional)

Preparación paso a paso:

  1. Precalienta el horno a 175 °C (calor arriba y abajo).
  2. Pela y pica tres manzanas muy finas. Si quieres más textura, guarda una para rallarla y añadirla sin batir.
  3. Bate todos los ingredientes: huevos, azúcar, leche, harina, levadura, manzanas picadas y el aroma que elijas (canela o vainilla), hasta obtener una masa homogénea tipo papilla ligeramente espesa.
  4. Engrasa un molde amplio con mantequilla. Es importante que el molde no sea demasiado alto, para que la tarta tenga un grosor bajo y se cocine de forma uniforme. Nosotros hemos usado el molde redondo.
  5. Vierte la mezcla en el molde y hornea durante 30 minutos.
  6. Mientras tanto, filetea la manzana restante y mézclala en un bol con 2 cucharadas de azúcar moreno y 1 cucharadita de canela.
  7. Abre el horno con cuidado, saca la tarta (sin apagar el horno) y coloca con cuidado las láminas de manzana azucaradas sobre la superficie.
  8. Vuelve a hornear unos 10-15 minutos más, hasta que la manzana esté cocida y empiece a dorarse.
  9. OPCIONAL PERO MUY RECOMENDABLE. Pincela con mermelada de albaricoque caliente justo al sacarla del horno para un acabado brillante.

EL RESULTADO

Una tarta de manzana estilo budín que se derrite en la boca, con un interior cremoso y una cobertura caramelizada que conquista a cualquiera. Perfecta para acompañar el café, sorprender a tus invitados o darte un capricho casero entre semana.

tarta de manzana

Masas quebradas

¿QUÉ SON LAS MASAS QUEBRADAS?

Los tipos de masas más comunes que podemos encontrar en el mundo de la repostería son: masas quebradas, masas fermentadas, masas batidas, masas escaldadas, masas hojaldradas y masas secas.

En esta ocasión te voy a hablar sobre las masas quebradas. Reciben este nombre porque una vez horneadas son quebradizas, se rompen y se deshacen en la boca. También se les conoce como masas secas o masas friables y se usan principalmente como base para relleno de tartas tanto dulces como saladas e incluso para hacer galletas. Son masas muy delicadas “que se rompen casi con solo mirarlas” ¿Y por qué se quiebran tan fácilmente? Es por la gran cantidad de grasa que lleva la masa. La grasa debilita el gluten y hace que las moléculas (gliadina y glutenina) de dicha proteína no se unan entre sí impidiendo que la masa desarrolle la malla glutinosa.

El secreto de las masas quebradas es trabajarlas muy poco, para no darles calor y no desarrollar el gluten. 

TIPOS DE MASAS QUEBRADAS

Dentro de las masas quebradas nos encontramos con diferentes tipos en función de la cantidad de grasa, de sí lleva o no lleva azúcar, huevo y/o agua:

  • Pasta brisa (pâte brisée). Es la masa básica para tartas saladas, ya que no lleva azúcar. Es ideal, por ejemplo, para preparar quiches. Parte del agua de la mantequilla es absorbida por la harina, lo que genera una pequeña red de gluten que da elasticidad. Por eso, conviene dejarla reposar antes de usarla, para que la masa pierda esa cualidad elástica. La mantequilla se incorpora en trozos sin mezclar completamente, dando lugar a un efecto ligeramente hojaldrado. Ingredientes:
    • Harina floja
    • Mantequilla (fría o a temperatura ambiente)
    • Agua fría
    • Sal
  • Pasta azucarada (pâte sucrée) Es la versión dulce de la pasta brisa, ideal para tartas dulces. En lugar de agua se utiliza huevo, y se añade una buena cantidad de azúcar (generalmente glas para lograr una masa más fina y homogénea). El resultado es una masa más frágil, dulce y quebradiza. A veces se le incorporan frutos secos molidos o harinas de frutos secos para aportar sabor y textura. Ingredientes:
    • Harina floja
    • Mantequilla a temperatura ambiente
    • Huevo
    • Azúcar glas
    • Sal
  • Pâte sablée: Pasta sablé (pâte sablée) Muy similar a la sucrée, pero con aún más mantequilla y azúcar. Es la más friable (quebradiza) de todas y se utiliza para tartas delicadas. Aquí es clave la técnica de sablage (arenado), que consiste en trabajar la mantequilla fría con la harina para reducir al máximo la elasticidad. Ingredientes:
    • Harina floja
    • Mantequilla fría
    • Azúcar glas
    • Huevo

La elección de la masa depende de las necesidades de cada receta.

  • Si el relleno va a ser salado o incluso dulce pero va a tener mucha humedad se recomienda hacer la pasta brisa.
  • Si buscas una masa mas crujiente y firme, se recomienda la pasta sucrée
  • Y si lo que buscas es una masa arenosa y dulce, se recomienda usar la pasta sablée.

TÉCNICAS DE ELABORACIÓN

El objetivo de todas las masas quebradas es evitar el desarrollo del gluten. Queremos una masa plástica (moldeable), no elástica. Por eso, la clave está en manipularla lo mínimo posible.

Las dos técnicas principales son:

TécnicaSe mezcla primero…Resultado finalUsada en…
SablageHarina + mantequilla fríaMasa arenosa, quebradizaBrisée, sablée rústica
CrémageMantequilla blanda + azúcarMasa más fina, dulceSucrée, sablée pastelera

▪ Sablage (arenado)

Se mezcla la harina con la mantequilla fría hasta obtener una textura similar a la arena o galleta rota. De esta manera, la grasa recubre la harina, impidiendo que el agua (del huevo o del agua fría que añadimos después) active el gluten.

▪ Crémage (cremado)

Se empieza batiendo la mantequilla blanda con el azúcar. Luego se incorporan los huevos y, finalmente, la harina. Este método es habitual para las masas dulces, ya que se busca una textura más fina y homogénea.

Sugerencia de receta: Tarta de manzana con pâte sablée

Base: Pâte sablée (con técnica de cremado)
Relleno: Crema de almendras (frangipane) + láminas de manzana
Extras: Brillo de mermelada de albaricoque o gelatina neutra

Panes únicos: las joyas españolas

panes españoles con indicación geográfica protegida

Se habla mucho sobre la gran tradición panadera que existe en nuestro país vecino Francia pero a diferencia de ellos, ¿sabías que en España podemos presumir de tener hogazas creadas única y exclusivamente en nuestras fronteras? Contamos con hasta cinco panes con Indicación Geográfica Protegida como por ejemplo el de pan de Cea, el de Alfacar, el de pan Pagés, el de Cruz de Ciudad Real y el famoso pan Gallego.

España es un país fantástico a nivel culinario y por supuesto la panadería no se queda a tras. La riqueza de nuestro país tiene muy buena miga. Te invitamos a descubrir las maravillas panarras de España ¡Que comience nuestra ruta!

pan de cea

Esta elaboración nos traslada al norte de España, concretamente a San Cristóbal de Cea, Galicia. Su origen se remonta al siglo XIII a los intramuros del monasterio cisterciense de Santa Maria la Real de Oseira. Fue tal la importancia de la panadería en dicha región que paso a ser conocida como «La Villa del buen Pan» , paradigma y referente en la provincia de Orense e incluso en toda Galicia.

El pan de Cea es de la familia de los llamados panes del país o panes de flama, caracterizados por una corteza gruesa y recia, una miga densa y esponjosa con un sabor intenso, húmedo y por mantenerse tiernos por bastantes días. El pan de Cea se elabora con harina de trigo, de la que el 50% procede de las variedades de la Comunidad Autónoma de Galicia conocida como «del país», agua, sal y para su fermentación masa madre que procede de la hornada anterior. Las piezas tienen una forma alargada con los extremos redondeados y una cintura más estrecha recorrida por una greña, también conocida como fenda en gallego, transversal al pan. Para garantizar que la fenda se abra bien, se puede mover el pan dentro del horno (lo que se le dice «andar con el pan»), y si se hace bien, se observará como la masa se desgarra por la fenda y surge la preciada febra (hebras del pan) Los panaderos de Cea lo consideran como una firma de autor.

Actualmente el sector panadero es el que mueve la economía de San Cristóbal de Cea, ya que la mayoría de vecinos están vinculados a ello. En palabras de Ibán Yarza «Caminando por sus calles en busca de sus hornos lo normal es que cualquier persona a la que preguntes sea prima, cuñado o tío de alguien que hace pan».5​

pan de alfacar

A los pies de la Sierra de Alfaguara, a unos 5 km al norte de Granada nos encontramos con los municipios de Alfacar y Víznar cuyos hornos son los únicos que pueden vender bajo el nombre de Pan de Alfacar, sello de Indicación Geográfica Protegida que protege a la tradición panadera de ambos municipios.

El pan de Alfacar está hecho con harina de trigo, levadura, masa madre, sal y agua procedente del manantial de Alfacar. He aquí el secreto de esta maravilla gastronómica. Se produce en diferentes formatos (bollo, rosco, rosca y hogaza) a partir de una misma masa de origen. La miga es flexible y suave, de color blanco cremoso, con alveolado abundante, distribuido de forma irregular y tamaño variable. Presenta un aroma característico a fermentaciones acética y/o láctica, en intensidad de ligera a media. La corteza es de grosor medio a grueso, dorada, sin harineado, ligeramente brillante y relativamente lisa.

pan de cruz de ciudad real

Tras el pan de Cea, fue el segundo en conseguir la Indicación Geográfica Protegida y abarca toda la provincia manchega de Ciudad Real aunque es originario de la comarca del Campo de Calatrava y más concretamente de la zona de Almagro, Carrión de Calatrava y Manzanares. Desde hace siglos es una tierra con extensos cultivos de cereales y en la que se elabora una gran variedad de panes.

El pan de cruz se caracteriza por ser una pieza compacta y densa, elaborada con harina de trigo trigo candeal, bregado de miga muy consistente y blanca. Tiene forma de hogaza abombada, con corteza lisa. Se reconoce porque en su cara anterior lleva dos profundos cortes perpendiculares en forma de cruz y en la cara posterior lleva el anagrama o logo de la IGP en forma de cruz de Calatrava.

Es un pan que se elabora con masa dura, de forma redondeada, con corteza gruesa, suave y crujiente de color dorado y sabor a cereal tostado. Su miga, de color blanco, es suave y esponjosa, con olor intenso a cereales y ligeramente dulce.

Este tipo de pan, está ligado históricamente al tipo de comida tradicional de esta zona, basada fundamentalmente en la gastronomía de labriegos y pastores que antiguamente iban de quintería. Al tener este producto una larga conservación, podía ser utilizado tanto de forma directa en platos y guisos, o bien como acompañante de otros platos. Es ideal para acompañar los vinos y quesos manchegos.

pan gallego

Otros de los panes con Indicación Geográfica Protegida y tal vez uno de los más conocidos a nivel nacional e internacional es el pan gallego. Las características principales de este tipo de pan es su corteza crujiente y cuya dureza varía en función del formato que se le dé. Tiene una miga esponjosa y alveolado abundante e irregular. Se elabora con harina de trigo blando de la cual una parta debe proceder de trigos cultivados en la comunidad autonomía de Galicia (Trigo Gallego) Su elaboración se caracteriza por la utilización de masa madre (mínimo 15 % del peso de la harina) y una elevada cantidad de agua (mínimo 75 litros por cada 100 kg de harina) así como por los largos tiempos de fermentación (mínimo 3 horas) y cocción. Esta última siempre en hornos con solera de piedra u otros materiales refractarios.

pan de payés

Antiguamente las familias elaboran sus propios panes en casa y después acudían al horno comunal donde lo terminarban de hornear. En dichos hornos se elaboran el pan de todo el pueblo, por turnos y varias veces a la semana. Esta es una tradición que se mantuvo en España hasta los años 1930-1960. Cuando se habla de pan de payés (que significa campesino) se hace referencia a estos panes que se elaboran antiguamente en las zonas rurales «El pan de payés viene de los payeses que era quienes hacían el pan «

La IGP «Pa de Pagès Català» es un pan tradicional, redondo, de corteza crujiente, miga tierna y alveolado grande, donde al menos el formado se realiza de forma manual. Todo el proceso se realiza siguiendo una elaboración tradicional, con fermentaciones lentas, cociendo siempre las masas en hornos de solera refractaria.

Cómo hacer magdalenas caseras: receta infalible

comprar magdalenas

hacer magdalenas como un profesional

Muchos de nuestros clientes y amigos nos han pedido varias veces que les dijéramos cómo hacer magdalenas de una forma sencilla y sin muchas complicaciones.  Por eso es que teníamos muchas ganas de publicar una receta de magdalenas que fuera sobre todo fácil y con ingredientes básicos, de toda la vida, para que todo el mundo que quiera pueda hacerlas en casa.  

Las magdalenas son el dulce tradicional más típico y común de nuestras despensas ¡Nunca faltan! Y con razón porque remojadas en leche son un pecado carnal. Son perfectas para desayunar o merendar y gracias a su formato individual podemos llevarlas  a cualquier lugar ¡Se nos hace la boca agua de solo pensar en lo buenas que están! 

En este artículo te vamos a contar cómo conseguir unas magdalenas esponjosas utilizando la receta tradicional con ingredientes sencillos y básicos: harina, azúcar, huevos, mantequilla  y ralladura de limón. Conseguirás unas magdalenas caseras y deliciosas con un copete crujiente y un interior húmedo y esponjoso ¡Para chuparse los dedos!

Receta de magdalenas: paso a paso 

Cómo hacer magdalenas perfectas es muy sencillo. El truco principal es usar ingredientes de la mejor calidad. La calidad de la materia prima influye directamente en el resultado. La selección de los ingredientes junto con las medidas correctas y siguiendo los pasos de esta receta de magdalenas, obtendrás una resultados deliciosos ¡Prometido! 

Con este receta conseguirás unas 20-25 magdalenas dependiente del tamaño del molde que vayamos a usar. 

¿Que ingredientes llevan nuestras magdalenas?

  • Harina de trigo: 200 gramos
  • Azúcar: 200 gramos
  • Mantequilla: 200 gramos
  • Huevos: 3 tal L o 4 tall m
  • Levadura química (royal): 14 gramos 
  • Ralladura de un limón. 

Cómo hacer magdalenas: el proceso 

Es una receta tan sencilla y rápida que lo primero que vamos a hacer (sino dejamos reposar la masa) es poner a calentar el horno a 230 grados. Si tenemos listos todos los ingredientes, la masa no se tarda ni 10 minutos en prepararla. 

  • El siguiente paso es mezclar los huevos con el azúcar. Utiliza unas varillas manuales o eléctricas y bátelo hasta que la mezcla se blanquee y el azúcar se disuelva por completo.
  • Después incorpora la mantequilla y la ralladura de limón. Cuando rayes el limón trata de no sobrepasar el blanco de la cáscara. Así no se estropeara el sabor de la esencia.  También te recomendamos sacar la mantequilla del frigorífico y dejarla a temperatura ambiente para que cuando la mezclemos con los huevos y el azúcar se disuelvan bien todos los ingredientes. 
  • Por otro lado tamizamos (pasar por un colador) la harina de trigo y la mezclamos con la levadura. De esta forma evitaremos que se formen grumos en la masa. Por último mezclamos todos los ingredientes, secos y húmedos con la ralladura de limón. El resultado será una masa relativamente líquida con cierta densidad pero que se disuelve con facilidad. Para mezclar todos los ingredientes podemos usar una licuadora o una procesadora de alimentos. 
  • (Este paso es opcional) Ahora dejaremos reposar la masa tapada con papel film en la nevera durante 30 – 60 minutos minutos aproximadamente. Si respetamos los tiempo de reposos conseguiremos unas magdalenas más esponjosas.  Este paso no es imprescindible. Podríamos colocar la masa una vez hecha directamente en moldes y a hornear.  Dependerá del tiempo que le dediquemos. 
  • Precalentar bien (a 200 °C) y luego hornear a 180 °C unos 15-20 min. Cuando tengamos el horno en su punto, colocaremos la masa en moldes. Podemos usar moldes de papel o silicona. Te recomendamos que la masa ocupe un poco más de la mitad de los moldes, ¾ aproximadamente. 
  • Por último puedes espolvorear un poquito (muy poquito para que no influya en el proceso de levado de la masa durante el horneado) de azúcar por encima de la masa para que se forme la característica costra de azúcar que le da ese toque tradicional y artesano. 
receta magdalenas caseras

Trucos para conseguir la magdalena perfecta

¿Qué moldes usar para hacer nuestras magdalenas? 

En principio tenemos dos tipos de moldes para hacer nuestras magdalenas caseras. El típico de papel o los de silicona. A nosotros nos gustar usar  los de papel por su carácter tradicional y ese toque artesano. Si usas este tipo de moldes fijate en el gramaje (grosor/dureza) del molde. Es necesario que sea lo suficientemente consistente para que la masa no rebose y así no echemos a perder nuestra magdalenas. Si los moldes son finos te recomendamos que uses dos o tres por magdalena. Si en cambio prefieres usar los moldes de silicona, te recomendamos engrasarlos un poquito con aceite de oliva para que no se queden pegadas al molde.  La cuestión es conseguir un molde lo suficientemente fuerte como para que aguante la formación del copete de nuestras magdalenas. 

Tiempo de cocción de las magdalenas

Siempre es mejor un poquito menos que pasarse. Recuerda que puedes parar el horno y dejar las magdalenas en su interior. Durante este tiempo las magdalenas terminar de hacerse por dentro. 

¿Cómo conservar las magdalenas como el primer día?

Una vez tenemos listas nuestras deliciosas y esponjosas magdalenas es muy importante en cómo las vamos a conservar. Lo primero que tenemos que hacer es dejarlas enfriar y después si quieres que se conserven como el primer día, tienes dos formas de hacerlo. Te animamos  a visitar nuestro artículo “cómo conservar nuestras magdalenas caseras como el primer día” y descubrirlo. 

Hasta aquí nuestra receta “cómo hacer magdalenas caseras” de una forma sencilla, rápida y con ingredientes básicos. Esperamos que te haya gustado y nos cuentes como te ha ido. Estaremos encantados de saberlo 😉

Especial receta pan de torrijas

Cómo hacer pan de torrijas en casa

Con esta receta de pan para torrijas conseguiremos un pan esponjoso, suave y ligeramente dulce. Es un pan ideal para preparar unas torrijas “de toma pan y moja”. La miga es absorbente y la corteza se mantiene ligeramente crujiente. Además, no hay nada mejor que hacer tu propio pan para dar vida a uno de los dulces más icónicos de Semana Santa. Se trata de una masa enriquecida y aromatizada con huevo, mantequilla y azúcar, estilo pan brioche. Al usar leche y mantequilla, suavizamos de forma natural la miga, y el azúcar le da ese toque dulce.

receta pan de torrijas

¿Qué ingredientes necesitamos para nuestra receta de pan de torrijas?

  • 550 g de harina de fuerza
  • 275 g de leche fresca
  • 8 g de levadura fresca
  • 10 g de sal
  • 45 g de azúcar (o miel, si prefieres un toque más aromático)
  • 2 huevos tamaño L
  • 55 g de mantequilla
  • Opcional: 1 pizca de canela para un aroma especial

¿Cómo sería el porcentaje panadero?

  • Harina de fuerza → 550 g → 100%
  • Leche fresca → 275 g → 50%
  • Levadura fresca → 8 g → 1.45%
  • Sal → 10 g → 1.82%
  • Azúcar (o miel) → 45 g → 8.18%
  • Huevos (aprox. 60 g cada uno) → 120 g → 21.82%
  • Mantequilla → 55 g → 10%
  • Canela (opcional) → Cantidad muy pequeña, no influye en el porcentaje

Este pan tiene una hidratación del 71.82% (sumando leche y huevos como líquidos), lo que lo hace bastante tierno y enriquecido.

¿Cómo hacer pan de torrijas? Paso a paso

Vamos a dividir esta receta en dos etapas. En la primera, preparamos una masa con levadura/fermento y, en la segunda, damos forma a nuestro pan de torrijas.

1. Prefermento o poolish

Lo primero que vamos a preparar es un fermento llamado poolish. Se trata de un fermento líquido compuesto por la misma cantidad de agua (o leche) y de harina. Para ello, mezclamos:

  • 180 g de leche
  • 180 g de harina
  • Toda la levadura

Primero disolvemos la levadura en la leche y después mezclamos con la harina. Tapamos y dejamos fermentar hasta que esté burbujeante (unas 8 horas a temperatura ambiente). Cuanto más tiempo fermente este prefermento, menos levadura necesitaremos en la masa final, lo que dará como resultado un pan con mejor aroma, sabor y textura.

2. Preparación de la masa

Cuando el poolish esté listo, mezclamos en un bol:

  • El poolish fermentado
  • El resto de la harina
  • El azúcar
  • La sal
  • Los huevos
  1. Amasamos primero durante 5 minutos hasta integrar los ingredientes. Mas que un amasado, consiste en mezclar todo bien. Dejamos reposar 15 minutos para que la harina se hidrate y el gluten comience a formarse.
  2. Después del reposo, añadimos la mantequilla en trozos (sin derretir) y comenzamos un amasado más profundo. Usamos la técnica de amasado francés o de pliegues: estiramos la masa ligeramente y la doblamos sobre sí misma, giramos 90° y repetimos. Este proceso debe durar unos 10-12 minutos hasta que la masa se vuelva lisa y elástica.
    • Si la masa sigue pegajosa (lo cual será muy probable) evitamos añadir más harina y optamos por dejarla reposar 5 minutos antes de continuar amasando. El reposo permite que el gluten se desarrolle y la masa se vuelva más manejable.
  3. Colocamos la masa en un bol engrasado, la tapamos y la dejamos fermentar a temperatura ambiente hasta que doble su tamaño (unas 2 horas) o podemos meterla en el frigorífico más tiempo si necesitamos jugar con los tiempos.

3. Formado y horneado

Cuando la masa haya fermentado, la sacamos del bol y la desgasificamos ligeramente sobre la mesa de trabajo. Luego, le damos forma de rollo según el tamaño del molde que vayamos a usar o también podemos hacer bolitas más pequeñas y ponerlas una seguida de otra en el molde.

Colocamos la masa en el molde y dejamos fermentar tapada hasta que doble su volumen (aproximadamente 1 hora más). Es importante la temperatura ambiente. Mientras fermenta, precalentamos el horno a 200-210ºC con calor arriba y abajo.

Horneamos durante 30-35 minutos hasta que el pan esté dorado y cocido por dentro. Dejamos templar 10 minutos en el molde antes de desmoldar y enfriar sobre una rejilla ¡Listo! Ahora tienes un pan de torrijas más grande y perfecto para absorber bien la leche y el azúcar cuando prepares tus torrijas. ¡Disfrútalo! 😊

INFORMACIÓN IMPORTANTE SOBRE FERMENTACION 

El tiempo óptimo de fermentación depende de la temperatura ambiente. Como nuestra pan está enriquecido (contiene mantequilla, huevos y azúcar), la levadura actúa más lento que en un pan básico.

Fermentación a temperatura ambiente (~22-24°C):

  1. Primera fermentación (bulk fermentation):

    • 2 a 3 horas hasta que doble su tamaño | Puedes hacer un pliegue a la mitad del tiempo para mejorar la estructura.

  2. Formado y segunda fermentación (prueba final):

    • 1.5 a 2 horas hasta que crezca un 70-80% | Si presionas suavemente con el dedo, la masa debe volver lentamente a su lugar.

Opcional: Fermentación retardada en frío

Si quieres desarrollar más sabor, puedes dejar la primera fermentación en la nevera de 8 a 12 horas (a unos 4°C). Luego, sacas la masa, la dejas a temperatura ambiente 30-60 min, la formas y sigues con la segunda fermentación.

Hasta aquí nuestra receta pan de torrijas. Si te ha gustado, no te olvides de compartirla. Pronto subiremos la receta de las torrijas para que puedas usar ese maravilloso pan. Esperamos que los disfrutes 😉

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receta pan de soda

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Receta Fácil de Bizcocho de Zanahoria

¿Como hacer un Bizcocho de Zanahoria?

Si estas buscando una receta fácil de bizcocho de zanahoria, con un resultado jugoso y un toque diferente, ¡has llegado al lugar correcto! En este artículo te vamos a enseñar a preparar un delicioso bizcocho de zanahoria de una forma super sencilla y además te diremos como hacer un irresistible frosting de queso para añadirle como extra de sabor ¿Y sabes lo mejor de todo? Que solo vamos a usar un vaso de yogur para medir nuestros ingredientes.

Este bizcocho de zanahoria es perfecto para cualquier ocasión: es ideal como postre, para desayunar, para una rica merienda o incluso como una tarta de cumpleaños, así presumen de cualidades reposteras 😉 La combinación de zanahoria, canela y nuez moscada le da un sabor espectacular. ¡Vamos allá!

Ingredientes para el Bizcocho de Zanahoria

Para esta receta fácil de bizcocho de zanahoria, necesitaremos los siguientes ingredientes.

  • 1 vaso de yogur natural (125 ml). Con este mismo vaso mediremos el resto de los ingredientes.
  • 3 vasos de harina de trigo para repostería
  • 2 vasos de azúcar moreno
  • 1 vaso de oliva suave
  • 3 zanahorias medianas ralladas
  • 3 huevos
  • 1 sobre de levadura química (16 g)
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • ½ cucharadita de nuez moscada molida
  • ½ cucharadita de jengibre molido
  • 1 pizca de sal
  • Opcional: 1 puñado de nueces picadas para darle un toque crujiente

Ingredientes para el Frosting de Queso Crema

Si quieres subirle el nivel a tu bizcocho de zanahoria fácil y que quede aún más delicioso, te recomendamos hacer este frosting de queso:

  • 1 vaso de queso crema estilo philadelphia.
  • ½ vaso de mantequilla a temperatura ambiente. Tiene que estar textura plastilina.
  • 1 vaso y ½ de azúcar glas. Si no tienes azúcar glass, puede triturar azúcar común. Pero asegúrate que quede bien fina.
  • ½ cucharadita de esencia de vainilla

Cómo Hacer un Bizcocho de Zanahoria Fácil y Esponjoso

Paso 1: Preparar la masa del bizcocho

  1. Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde. Nosotros usamos un molde rectangular de silicona.
  2. En un bol, bate con la ayuda de una batidora los huevos con el azúcar hasta que la mezcla quede homogénea y ligeramente espumosa.
  3. Después agrega el yogur y el aceite. Mezcla bien con una espátula de silicona hasta integrar.
  4. Incorpora la zanahoria rallada y remueve.
  5. En otro recipiente, mezcla todos los ingredientes secos : tamiza la harina, la levadura, la canela, la nuez moscada, el jengibre y la sal. Luego, añade poco a poco estos ingredientes secos a la mezcla líquida, removiendo hasta obtener una masa homogénea.
  6. Puedes añadir nueces picadas para darle mas textura y un toque diferente.
  7. Vierte la masa en el molde y hornea durante 35-40 minutos o hasta que, al pinchar con un palillo, este salga limpio.
  8. Saca del horno y deja enfriar completamente antes de añadir el frosting.

Paso 2: Preparar el frosting de queso

  1. En un bol, bate la mantequilla con el azúcar glas hasta obtener una mezcla cremosa y sin grumos.
  2. Agrega el queso crema y la vainilla, y sigue batiendo hasta lograr una textura suave.

Paso 3: Montaje del bizcocho de zanahoria

  1. Es muy importante que el bizcocho este complemente frío. Extiende el frosting de queso crema con una espátula.
  2. Decora con más nueces picadas o una pizca de canela en polvo.
  3. ¡Listo para disfrutar este delicioso bizcocho de zanahoria fácil y esponjoso!

Consejos para un Bizcocho de Zanahoria Perfecto

✔ Usa zanahorias frescas: Aportan más humedad y sabor.
✔ No batas demasiado la masa: Así el bizcocho quedará más esponjoso.
✔ Añade especias al gusto: Puedes incluir jengibre en polvo o clavo para un sabor más intenso.
✔ Deja enfriar antes de poner el frosting: Si el bizcocho está caliente, el frosting se derretirá.