Propiedades del queso de oveja

Si de algo podemos presumir en nuestro país es de las variedades de quesos que tenemos, diferentes curaciones, elaboraciones y tipos de leche. En este caso, vamos a hablar sobre el queso elaborado con leche de oveja y haremos una mención especial al queso manchego.

Antes de detallarte cuáles son los beneficios y propiedades del queso oveja, vamos a hacer una pequeña introducción, explicando brevemente las principales particularidades del queso de oveja, donde se elabora y porqué debemos consumirlo.

El queso de oveja ¿Qué es, de donde y por qué consumirlo?

En primer lugar porque es un producto nacional con una gran herencia histórica. Se elabora principalmente en zonas secas porque la crianza de ovejas no necesita tanto pasto como la de vacas. En España, la producción de queso de oveja destaca en las comunidades del País Vasco, Navarra, Castilla y León, Castilla La Mancha y Extremadura.

Y en segundo lugar, porque el sabor y las excelentes propiedades del queso de oveja lo convierten en un alimento imprescindible en nuestra dieta. La leche de oveja contiene más proteínas, más materia grasa, menos agua y su valor energético y nutricional es superior que la leche de vaca.  

Los quesos elaborados con este tipo de leche son más aromáticos, intensos, con una textura cremosa y normalmente tienen un sabor más ácido y salado.

Muchas veces se piensa que es un alimento poco salubre, pero lo cierto es que esconde excelentes cualidades y beneficios para nuestro organismo. La ciencia y la nutrición tratan de destacar la importancia de dicho queso para que de esta manera se revalorice uno de los elementos culinarios más interesantes de nuestros país. Ahora sí. Vamos a contarte todas los beneficios del queso de oveja. 

Beneficios del queso de oveja

Entre los principales beneficios y propiedades del queso de oveja podemos destacar los siguientes:

  • Alimento completo y nutritivo. 

    El queso de oveja  concentra todas las cualidades nutritivas de la leche. Al ser rico en materia grasa, nos aporta una gran cantidad de energía y proteínas, lo que le hace ser incluso más rico que la carne en estos elementos. Tiene un buen equilibrio entre grasas y proteínas. Las primeras no son todas ellas saturadas, esto quiere decir que en su mayoría funcionan como fuentes de almacenamiento de energía. Y las proteínas, por otro lado, son las que buscan formar y mantener en un estado funcional los músculos.

    • Los ácidos grasos del queso de oveja (omega 3 y ácido linoleico) son esenciales para el crecimiento y beneficiosos para el sistema cardiovascular, inmunológico y sistema nervioso, además de tener propiedades anticancerígenas.
    • Es una fuente de aminoácidos excelente. Estos son necesarios en cualquier proceso o actividad vital que se quiera realizar, aparte de ejercer un papel protagonista dentro del metabolismo.
    • Los macronutrientes que presenta tienen buenas características. Esto quiere decir que es un alimento proporcionado. Una ración permite cubrir las cantidades diarias recomendadas de nutrientes básicos que nuestro cuerpo necesita.
    • El queso de oveja aporta una gran cantidad de minerales, como por ejemplo el hierro, calcio, zinc y fósforo, los cuales ayudan a prevenir enfermedades como la osteoporosis, anemia y la descalcificación.
    • Contiene muchas vitaminas del grupo B, imprescindibles para un buen metabolismo. Las vitaminas del grupo B se eliminan a través  de la orina por lo que es necesario su ingesta diaria.
    • El queso de oveja también es una gran fuente de vitaminas A, D y E imprescindibles para los procesos metabólicos, como el crecimiento, la conservación de tejidos y la absorción de calcio
    • Fuente de calcio. Es un excelente cuidado para los dientes y para el sistema digestivo. Por un lado, elimina la placa con facilidad. Y, por el otro, ayuda a la salivación, un elemento indispensable para absorber los alimentos correctamente.
  • Fácil digestión. 

    La lactosa es un tema que preocupa a muchos. El queso de oveja es una excelente alternativa al de vaca, ya que tiene una cantidad de lactosa mucho menor, siendo fácilmente digerible y, por tanto, menos pesado para muchos estómagos con intolerancia.

Por ello, el queso de oveja es un alimento muy saludable e ideal para toda la familia y todas las edades, aunque su consumo debe ser moderado en el caso de personas con problemas de colesterol, sobrepeso o hipertensión.

Queso de oveja manchego

El origen del queso manchego se debe principalmente a las condiciones climáticas de nuestra región. La dureza climática y la sequedad de Castilla La Mancha hicieron de ella un lugar idóneo para el desarrollo y proliferación de especies vegetales como las gramíneas o leguminosas, capaces de soportar tanto las más altas temperaturas como las más bajas. Dichas especies son la base de la alimentación de la oveja manchega. Es el producto de un clima duro y extremado, que favorece el crecimiento de una vegetación muy rústica.

El queso manchego es uno de los que más calidad tienen, algo que también se nota con facilidad en sus propiedades. Cargado de vitaminas, ofrece un plus de calcio y de ácidos grasos omega 3. Por tanto, es esencial para el crecimiento de los niños, de ahí que se recomiende a todas las edades.

Comprar queso manchego si eres adulto aporta una interesante cantidad de proteínas que resultan más difíciles que consigas en otros alimentos. Además, gracias a la tecnología, hoy en día puedes apostar por comprar quesos manchegos online, ya que también ahí puedes encontrar una más que amplia variedad de productos.

En conclusión, el queso de oveja es un elemento fundamental en la dieta. Mucho más suave que el de vaca y más fácil de digerir. Además, las propiedades del queso de oveja consiguen aunar dos puntos del todo cruciales. Por un lado, un rico sabor y, por el otro, una ayuda para la salud.

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