Rosquillas fritas

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Las rosquillas fritas, también llamadas rosquillas de sartén o las típicas rosquillas de la abuela, son uno de los dulces artesanales más típicos de Semana Santa pero su delicioso sabor ha hecho que a día de hoy podamos comerlas durante todo el año.  Tiernas, dulces y muy esponjosas. 

  • Tiempo de envío de 1 a 2 días laborales.
  • Una bolsa de 12 rosquillas fritas pesa aproximadamente 500 gramos.
  • Envíos gratis a partir de 60€.

Descripción


 

La receta de las rosquillas fritas forma parte de la herencia cultural y gastronómica que pasa de abuelos a padres, madre hijos, hijas, nietos, vecinos... y así sucesivamente generación tras generación. Es una de las recetas mas populares dentro de los dulces artesanales que preparaban nuestras abuelas. Nosotros las elaboramos, al igual que ellas, de forma artesanal cómo manda la tradición.

Todo el mundo conoce las rosquillas fritas y si no es así, te animamos a probarlas. Es un dulce típico de muchas zonas de España pero tienen especial protagonismo en Andalucía, sobretodo en Cádiz durante la Cuaresma. Un dato curioso sobre este dulce, es que su origen es árabe al igual que las torrijas o los buñuelos de viento. Entra dentro de la categoría de dulces fritos muy comunes en la repostería árabe.

Ingredientes de nuestras rosquillas fritas


 

Harina de trigo 54,52%, huevos 16,11%,  suero de leche 12,39% (agua y suero de leche en polvo), aceite de girasol 12,39%, aguardiente 3,10%, gaseosas 0,74%(bicarbonato sódico y acido tartárico), canela 0,25%, vainilla en polvo 0,25% y sal 0,25%

Declaración intencionada de alérgenos: trigo (gluten), huevo, leche y soja.

*El resultado final no contiene alcohol porque se evapora en el momento de la cocción.

¿Cómo las hacemos?


 

Para elaborar nuestras rosquillas fritas, en primer lugar lo que tenemos que hacer es batir el azúcar y el huevo para que la mezcla emulsione. Siempre os recordamos que este paso es muy importante porque así conseguimos una textura homogénea, una masa firme y sin grumos. Después vertemos el aceite, la leche, el aguardiente, la harina, la gaseosa (impulsor para que gane fuerza) y, para rematar el sabor, la canela y la vainilla. Amasamos durante 30 minutos y dejamos reposar la masa unas 2 horas.

Cuando la masa haya reposado, se estira para dejarla plana. La cortamos en cuadrícula, dejando piezas rectangulares.  Cada pieza se dobla por los extremos y se juntan los bordes. De esta forma conseguimos la forma de rosquilla. Es muy importante pegar bien los bordes apretando fuerte con los dedos para que cuando las introduzcamos en la freidora no se despeguen de los extremos. Freímos a 165 grados durante 6 o 7 minutos y se envuelven en azúcar. ¡Y nuestras rosquillas de sartén ya están listas!